En la modernidad


Hoy en día el piano es muy usado por todos los jovénes o adultos de cualquiera edad. Muchos jovénes de ahora tenemos la facilidad de escucha y lo que escuchamos emplearlo o ejercitarlo en el piano con el toque de una simple nota, para tocar piano no se necesita ser profesional solo saber lo esencial como las notas, acordes, sostenidos, bemoles, entre otros arreglos que tienen de complejidad las partituras.

Para inicar tocando piano, se necesita tener un asiento comódo y mas bajo que la altura del piano, sentarme correctamente de una manera firme ante el instrumento y por último colocar mis manos como que tengo una pelota en ellas. El piano es un instrumento suave, y el que lo sabe tocar con excelencia se le considera alguien dotado, increíble o simplemente de cultura.

Existen 5 consejos que creo que pueden ser principales para el que le gusta o desea tocar piano: 

1. Dominio: Escalas, tríadas, acordes y arpegios no son ejercicios autónomos sino que son esenciales para  crear música, aunque ningún compositor te diría eso. Por ejemplo: ese pasaje de escala en la sonata de Beethoven te será mucho más fácil de incorporar a tu interpretación si ya has aprendido y dominado la escala relevante y su digitación.

2. Claridad: ¿Haz oído últimamente un arpegio de 4 octavas perfectamente ejecutado? Cada vez se vuelven menos y menos frecuentes. Pasar tiempo practicando estos ejercicios técnicos te podrá enseñar a escuchar al detalle para desarrollar un agudo sentido de conciencia que te permitirá “estar” el momento en que vayas a interpretar algo, es decir te permitirá estar consciente del lugar en el que estás y qué es lo que estás haciendo.


3. Comodidad: La técnica del piano no es sólo un juego de precisión, sino que también se basa en la incorporación y unificación de un gran número de conceptos físicos. ¿Te sientes cómodo cuando tocas? ¿Dónde se encuentra la tensión? ¿Algo te duele? El trabajar con tu maestro en resolver estos problemas por medio de la técnica puede resultarte muy útil para el resto de tu carrera.

4. Creatividad: El mito más común de aprender cualquier técnica del piano es que es aburrida. En realidad, parte del trabajo del maestro es introducir una dosis diaria de diversión en la práctica del alumno para que ésta le resulte gratificante, y no al revés. ¿Por qué no combinar los básicos ejercicios técnicos con el aprendizaje de conceptos musicales? A continuación presentamos algunas ideas para el maestro desorientado:

• Variar los dinámicos, de pp a ff, jugando con el crescendo y el diminuendo.
• Modificar las articulaciones: pruebe que su alumno intente tocar escalas con diferentes articulaciones y combinaciones de las mismas.
• Cambiar el orden: acomode el orden de los ejercicios según el tipo (por ej: escalas de octavas, tríadas, etc), clave. Haga que su alumno las toque todas y anote las dificultades; trabaje sólo en aquellas dificultades que se repitan con frecuencia.

5. Confianza: Es la noche de la presentación y estás esperando detrás del escenario. Entonces te preguntas: ¿He hecho mi trabajo? Si tu respuesta es no, probablemente experimentes el miedo genuino asociado con la ansiedad escénica y ello no es muy divertido. Por lo tanto es esencial que tengas confianza en lo que has podido aprender hasta el momento para que puedas salir al escenario y dar todo de ti sin que el miedo te lo impida.

Entrenando los dedos para tocar el piano rápido y con precisión:

Si perseveramos, repitiendo pequeños pasajes de alguna melodía, eventualmente nuestros dedos se acostumbrarán a posarse sobre las teclas correctas, y gradualmente conseguiremos aprender aquello por lo que tanto trabajamos: control de la velocidad y precisión en la digitación.
Ahora, podemos darnos cuenta de que durante los primeros intentos al practicar una pieza, si repites la pieza a una velocidad rápida la digitación y la precisión no serán fáciles de lograr. Es preferible que comiences tocando lento, o muy lento, hasta que los dedos sigan una línea natural y se habitúen a la melodía.
A continuación te indicaremos un espléndido y satisfactorio método y técnica de práctica para obtener rápidos resultados: estudia cuidadosamente de a dos o cuatro compases por vez tocándolos lentamente unas ocho veces, después tócalos una o dos veces más rápido. Luego estudia los dos o cuatro compases siguientes del mismo modo, y continúa así hasta que llegues a los últimos compases.
Una vez que lograstes realizar correctamente el paso anterior, toca la pieza desde el principio hasta el final, por lo menos nueve veces, muy lentamente. Intenta siempre tocar las notas correctas, y cuídate de no errarle varias veces. Luego, haz lo mismo pero un poco más rápido, no más de tres veces. Mientras estás tocando rápidamente, es aconsejable no parar frente a un error y seguir adelante con la melodía.
Nueve veces lento y otras tres rápido hacen doce veces. De practicar las piezas de doce a veinticuatro veces por día obtendrás un buen resultado. Adquirirás velocidad, al igual que digitación y exactitud. Al practicar de este modo estarás bien preparado para interpretar la pieza con facilidad en cualquier momento que así lo desees.